martes, 30 de octubre de 2012

DE GATOS

Pues sí Bullangueros. No me gustan los gatos pero soy gatoadicta. El gato al agua es un programa de Intereconomía Televisión, que para quien no lo haya sintonizado nunca he de decir que es políticamente MUY incorrecto. Suele ofrecer una perspectiva -bastante- independiente de las cosas que pasan. El gato es en sí mismo un programa de debate de temas de actualidad donde hay contertulios que entienden de los temas de los que hablan y además no comen en directo ni abandonan el plató si se enfadan. Tampoco hay groserías, ni chismes chuscos, ni insultos. Argumentan las cosas. Y leen. También suele haber gente de todos los colores políticos que discute con educación. En esta depauperada democracia nuestra, este programa es una afrenta. No en vano cuando sale a la calle Intereconomía a grabar, la progresía les insulta, les corta la conexión y les impide trabajar. Normal. Qué se han creído estos fachas, que van a poder ir por libres y decir lo que les parece. Pues no. Para eso estamos los vigías del rodillo ideológico: para dar caña al que nos zarandee la conciencia. Como dice uno de mis compañeros de trabajo, Intereconomía es un canal de chimpancés y para chimpancés que tendrían que cerrar. Y lo dice él que es homosexual, independentista, ateo, anticlerical y ecologista; o sea que está al día. Os invito a conectar un día el gato y hacer como yo: presumir de ser un poco mona Chita. !Chupitos!

miércoles, 17 de octubre de 2012

AROMAS

Cuando era niña en la esquina de mi cole había una castañera. Era una señora mayor entrañable que vendía regaliz de palo, boniatos y castañas en una casetilla muy bonita. Recuerdo como si fuera ahora el olor cálido y dulce de las castañas y los boniato asados. Era un olor cariñoso. No existian las chuches ni las chorradas de ahora. Y las niñas eramos niñas. La castañera nos decía "daros prisa que las Madres os cerrarán la puerta"o "portaros bien que no os regañen". Llamábamos -y llamo- Madres a nuestras monjas y la puerta del cole nos la cerraban a la hora en punto. Recogían a las tardonas y sus padres las tenían que venir a buscar y llevárselas a casa. Así educaban en la puntualidad a padres y niñas. Hoy las denunciarían seguro. Volviendo a la castañera, a mí me gustaba mucho pasar por delante y pararme a mirar con qué determinación azuzaba el carbón rojo con un hierro. Y la maña que tenía para mover las castañas con una espumadera también de hierro. Recuerdo que llevaba unas medias gordas oscuras y unas zapatillas gruesas como de andar por casa que le llegaban a los tobillos. A veces pegaba la hebra con el guardia urbano que vigilaba el semáforo. Más de una vez ví al guardia urbano -que llevaba casco y no gorra de plato- frotarse las manos cerca del fuego del horno en especial las mañanas frías. Hasta casi las vacaciones de Navidad la castañera estaba en la esquina. Y luego desaparecía hasta el otoño siguiente. Y la recibíamos con alegría. Ibamos en batallón a verla. La pobre -pienso hoy- debía estar de nosotras hasta arriba. La perdí de vista al acabar el bachillerato y dejar el cole. Y no sé qué sería de ella, porque con la edad que ya tenía entonces... Ya apenas quedan puestos de castañas y los que hay no huelen como aquel. Dónde va a parar!!! Porque a mí de las castañas lo que me gusta es su olor. Chupitos!!!!

jueves, 11 de octubre de 2012

CON PERMISO...



Un año más con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide el próximo 12 de Octubre se celebrará, Dios mediante, la Fiesta Nacional de España. Es decir que vamos a celebrar que somos españoles, que pertenecemos a un gran país que con sus luces y sus sombras ha hecho grandes aportaciones a Europa y al mundo . Que nos gusta la siesta, sí. Que somos pendencieros, sí. Que nos choteamos de la disciplina, sí. Pero que también tenemos científicos, gente sencilla, artistas, deportistas, artesanos y en mayor medida gente anónima que cada mañana se levanta para levantar el país. O para intentarlo. Nos llevamos mal entre nosotros pero no consentimos que nadie de fuera afrente a nuestro paisano. En resumidas cuentas somos herederos de Séneca, del emperador Adriano, de Recesvinto, de Vitila, de los Trastamaras, de Maimóides y de Averroes, de los Tercios de Flandes y del Siglo de Oro. De las juderías y de la Inquisición, y del Concilio de Trento y del Barroco. Y de los jesuitas. Y del descubrimiento de América. Y del declive del Imperio en el que no se ponía el sol y del fin de los Austrias y el comienzo de los Borbones. Y del !viva la Pepa! y del !Vivan las cadenas! y de Daoiz y Velarde. Y de Agustina de Aragón. Y de la decadencia del XIX. y del !que inventen ellos! y del Nobel de Ramon y Cajal. Y de la Guerra de Marrruecos. Y de los atentados anarquistas. Y de las Repúblicas. Y de la Guerra Civil. Y de la posguerra y de la pertinaz sequía y de las concentraciones en la Plaza de Oriente. Y del funeral de Franco y de la Coronación del Rey y de la Transición. Y de la democracia y de los canallas que la mancillan. Que nos han invadido y les hemos echado. Que no en vano inventamos la guerra de guerrillas. Que somos católicos y también quemaconventos. De todo eso somos herederos y deudores a la vez. Me habré dejado en el tintero muchas cosas que podríais añadir cualquiera de vosotros Qué os voy a decir que no sepáis. En el Toboso estamos orgullosos y contentos de ser españoles. Y tenemos la costumbre de poner la tele para ver la retransmisión del Desfile. Y nos emocionamos con el Toque de Oración y el Homenaje a los caídos por Dios y por España. Y ponemos a todo volumen el Himno para que los patufets no se lo pierdan.
Mención aparte merecen los militares que desfilan y están al servicio del mando aliado que, si conviene, les manda a la guerra como por ejemplo la de Afganistan o Irak; es decir, a esas misiones de paz de señorita Pepis en las que se pegan tiros. A ellos, a su valor y al coraje de tener que acatar las ocurrencias del ministro de la cosa, normalmente político profano en lides militares. En el Toboso teneis techo amigo, reconocimiento y mucho respeto.Y al que se pique que se rasque.! Chupitooooos!

miércoles, 3 de octubre de 2012

MI MAMA ME MIMA

Leo estupefacta una noticia. En Pensilvania una mamá estupenda estaba harta de los cates de sus hijos. Como había trabajado en la secretaría de ese cole decidió resolver el problema por la vía directa. Entro en el sistema informático y les cambió las notas. Un apaño. Con un par de megabites. En esto que la pillan. Y la detienen. Y la tía alega que ella ya sabía que lo que hacía no era ni ético ni moral, pero no tenía ni idea de que fuera ilegal. En este plan. Así las cosas su Yeimy y su Yeison ya saben que todo vale mientras no te pillen, que el fin justifica los medios y que su madre se ha arriesgado por ellos. Que si hay que saltarse a la torera los principios y los valores, pero dentro de la ley, pues se saltan si así se sale del -mal- paso. Que si te pillen no te pillen, vaya. La noticia no dice nada de qué había hecho antes la supermamá respecto al rendimiento de sus hijos, si les había ayudado a estudiar, por ejemplo, o a admitir y superar las dificultades. Me pregunto qué podemos hacer con estas familias sobreprotectoras y laxas que lo mismo no ponen límites, que reparten estopa o encubren a sus vástagos. Y qué hacemos con estos jóvenes. Y con los apaños. Claro que esto ha pasado en EEUU. Si llega a pasar en España denuncian a los profes, hacen delegados de clase al Yona y al Cristian de turno y a la mamá presidenta de la asociación de padres. Chupitos.